El voto de las mujeres (siglo XX)

 

A lo largo del siglo XX, los movimientos feministas reclamaron la igualdad de derechos y oportunidades entre los hombres y las mujeres.

Conseguir el voto femenino no fue sencillo y estuvo marcado por un extenso debate social sobre su conveniencia.

Tres eran las diputadas presentes en las Cortes: Clara Campoamor, Margarita Nelken y Victoria Kent. Solo la 1ª defendió el voto femenino.

Clara Campoamor y Victoria Kent se enfrentaron en una batalla dialéctica en la que la 2ª justificaba su oposición al voto femenino por considerar que en aquel momento las mujeres carecían de preparación social y política y que estaban muy influenciadas por la iglesia y que por este motivo, su voto sería conservador y perjudicial para la República.

Por su parte, Clara Campoamor defendía el hecho de que con independencia del resultado de las urnas, toda mujer debía tener derecho a votar porque así se estaría garantizando la igualdad de todos los seres humanos.

El debate lo ganó Clara Campoamor logrando por primera vez el voto para la mujer en las elecciones de 1933.